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El Sr. Monk y el crítico
Crítico
Información
Número de episodio: 8.06 (115)
Título original: Mr. Monk and the Critic
Guionista: Hy Conrad
Director: Jerry Levine
Duración: 43 min. (aprox.)
Fecha original de emisión: 18/09/2009
Episodio anterior: El Sr. Monk sube al estrado
Episodio siguiente: El Sr. Monk y la maldición vudú

El Sr. Monk y el crítico es el sexto episodio de la octava temporada de Monk.

Argumento[]

En un lujoso hotel, un hombre llamado John Hannigan llama insistentemente a la puerta de una de las habitaciones. Su amante, Callie Esterhaus, finalmente la abre y le recibe con entusiasmo. Le informa de que ya ha pedido el servicio de habitaciones, y le da a probar una fresa recubierta de chocolate. Callie admite que está comenzando a creer que a Hannigan le da vergüenza que le vean con ella. Por toda respuesta, Hannigan la lleva al balcón con la excusa de que tiene algo importante que decirle. Una vez fuera, se arrodilla y le ofrece un anillo en una caja. Callie se emociona, y le asegura que le hará feliz (a pesar de todas las llamadas que últimamente le ha estado haciendo). Ella comenta que es la mejor noche de su vida, y que podría morirse en ese mismo instante. Hannigan confirma este comentario, empujando a Callie por encima de la barandilla y hacia su muerte.

Una hora antes, Monk y Natalie toman asiento para ver una obra musical: un grupo de actores locales (entre ellos, Julie) ha organizado un espectáculo profesional. Cuando Monk siente una urgencia natural, Natalie se niega a acompañarle a casa porque no quiere perderse la balada que va a cantar su hija. Monk se resiste a utilizar el baño público, pero cambia de opinión cuando abre la puerta y ve a Gilson, el encargado de los lavabos. Su ojo para los detalles rivaliza con el de Monk, y gracias a él el cuarto de baño es un lugar reluciente.

Antes de que comience el espectáculo, Natalie mira hacia la balconada y se sorprende de ver a John Hannigan, el crítico del San Francisco Dispatch. Natalie se muestra un poco nerviosa, sabiendo que el Dispatch no suele cubrir el teatro aficionado (aunque también se alegra porque, en pocas horas, el nombre de su hija aparecerá en el periódico). Cuando Julie sale al escenario, Natalie y Monk quedan cautivados por su balada.

Después del espectáculo, cuando están abandonando el teatro, Natalie ve a Hannigan tirando algo en un cubo de basura cercano. Curioso, Monk mira en el interior e inmediatamente comienza a sospechar del crítico: este acaba de tirar un paquete de cigarrillos sin abrir y un mechero. Julie, todavía vestida como una anciana, comunica a su madre que va a asistir disfrazada a la fiesta del elenco.

De camino a casa, Monk y Natalie llegan a la escena del crimen del hotel, y el capitán Stottlemeyer les invita a echar un vistazo.

Stottlemeyer opina que Callie Esterhaus se ha suicidado (se registró sola y ha muerto hacia las ocho y media de esa tarde), pero cuando Monk examina la habitación nota ciertas discrepancias con dicha teoría: para empezar, Callie pidió un servicio de comida para dos, como si estuviera esperando a alguien. También tenía un nuevo vestido sobre la cama. Además, Monk encuentra pruebas de que Callie acababa de ducharse, y en el baño nota que falta un juego de pestañas postizas. Estas dos pistas sugieren que su visitante apareció antes de lo acordado. Una de las fresas con chocolate de la bandeja tiene marcas de mordiscos. Uno de los agentes opina que las marcas son de Callie, pero Stottlemeyer le advierte que no presuponga nada. En ese momento, Natalie capta el olor de una colonia para hombres, aunque Monk y Stottlemeyer niegan llevarla.

Stottlemeyer sale al balcón para echar un vistazo. Monk no le sigue debido a su miedo a las alturas, pero aun así consigue divisar otra prueba: basándose en el lugar en el que Callie aterrizó, parece que cayó desde el lado izquierdo de la terraza. Sin embargo, en el arbusto del lado derecho faltan varias hojas. Monk deduce que Callie se agarró a la planta antes de caer. Stottlemeyer se agacha y encuentra un lazo rosa detrás de la maceta, con la palabra "Laski" en él. Natalie sugiere que el lazo podría ser de la caja de un anillo, fabricado por la joyería Laski. Monk sigue las huellas de los zapatos del asesino y sospecha que el asesino se arrodilló, como si se hubiera declarado a ella. Él y Stottlemeyer piensan que el amante de Callie llegó antes de lo previsto, le pidió la mano, y después la mató cuando ella se negó.

Natalie está distraída, esperando que el teniente Disher vuelva con un ejemplar matinal del Dispatch. Cuando este llega, Natalie le arrebata el periódico y enfurece al leer la crítica de la obra, en la que Hannigan tilda a Julie de "olvidable". En el teatro, Julie parece tomarse estoicamente la crítica, pero Natalie está furiosa.

Al día siguiente, Monk, Stottlemeyer y Disher van al Winberrie's, el restaurante en el que Callie Esterhaus trabajaba. Su compañera explica que Callie era muy reservada respecto a su vida privada, pero piensa que podría haber estado saliendo con un hombre casado. Disher recuerda que en el apartamento de Callie han encontrado una agenda con la inicial "J".

Son interrumpidos por las quejas de Natalie ante la crítica de Hannigan. Monk intenta pedirle que deje de torturarse a sí misma, advirtiendo que él tiene más experiencia con las obsesiones. Después de un par de minutos, Natalie finalmente exaspera a Stottlemeyer. Este le sugiere que, en lugar de interrumpir una investigación de homicidio, vaya a ver a Hannigan en persona. Su oficina está a unas pocas manzanas, así que Natalie decide hacerlo.

En su oficina, Hannigan está hablando de su boda con su prometida Diana Phelps (la hija del dueño), cuando Natalie llega. El crítico actúa impertinentemente, y recoge su almuerzo de una caja del Winberrie's. Mientras discuten, Natalie capta el olor de la colonia de Hannigan.

En la comisaría, Monk, Stottlemeyer y Disher observan un panel con las fotografías de la escena del crimen. Monk averigua que nadie oyó nada (los ocupantes de la habitación contigua se habían marchado). El detective pregunta si había huellas dactilares en el barandado, y Stottlemeyer responde que sólo han encontrado las de la doncella. Por lo visto, están enfrentándose a un asesino inteligente y experimentado (incluso es posible que llevara guantes).

Natalie llega y asegura que Hannigan es el asesino, basándose en diferentes detalles: come regularmente en el Wiberrie's (por lo que podría conocer a Callie), su nombre coincide con la inicial "J", lleva la misma colonia que ella captó en la habitación, y va a casarse con la hija de su jefe (si se descubriera su aventura, su carrera quedaría arruinada). Además, el hotel sólo está a dos manzanas del teatro.

Por supuesto, Monk, Stottlemeyer y Disher piensan que Natalie está demasiado obsesionada con Hannigan. Lo único que el crítico no tiene es la oportunidad: Monk le recuerda a Natalie que Hannigan no dejó su asiento en toda la obra, y Callie Esterhaus fue asesinada durante ese tiempo. Natalie está segura de que salió del teatro en algún momento, alegando que nadie que hubiera oído cantar a Julie habría podido escribir una crítica así. Para demostrar su argumento, Natalie obliga a Julie a cantar otra vez la balada. Sin embargo, esto no cambia la opinión de los policías.

Así pues, Natalie decide actuar por su cuenta. Horas después, Monk está en su apartamento planchando sus revistas, cuando recibe una llamada telefónica de su ayudante. Está en la comisaría de policía... y ha sido arrestada.

Monk va a la comisaría y descubre que Natalie ha entrado en la propiedad de Hannigan y ha rebuscado en su basura. Ella insiste en que Hannigan es culpable. Stottlemeyer conversa con el crítico, quien ha retirado todos los cargos contra Natalie. Sin embargo, esta se niega a olvidar el asunto y le acusa de haber matado a Callie. Le muestra un ravioli y asegura que las marcas de mordiscos coinciden con las de las fresas con chocolate.

Hannigan tilda de "loca" a Natalie y, tras comprobar su reloj de bolsillo, les explica que tiene que redactar una columna para su periódico. Sale de la comisaría, y Stottlemeyer y Monk tienen que contener a Natalie para impedir que le siga y le agreda.

Natalie se niega a rendirse, y "contrata" a Monk pagándole con el último cheque que le extendió. El detective le responde que ese cheque no tiene fondos, pero ella le obliga a ayudarle.

Monk vuelve al teatro, examina la balconada y encuentra algunas pistas interesantes: para empezar, la gerente del teatro menciona que Hannigan suele sentarse en el patio de butacas, pero esa noche reservó expresamente la balconada. Por otra parte, el detective nota que el cartel que indica la salida se ha fundido. Sin embargo, cuando retira el panel, se da cuenta de que simplemente alguien ha desenroscado la bombilla. Señalando que eso hubiera dado a la balconada una oscuridad total, Natalie sugiere que Hannigan pudo levantarse y poner en su lugar un muñeco. Monk recuerda que le vieron aplaudiendo, así que debió de cambiarse con una persona.

Antes de irse, el detective decide realizar otra visita al baño de hombres. Monk pregunta a Gilson a dónde lleva la puerta que hay junto a la balconada, y este le explica que es una salida de emergencias que conduce a un callejón detrás del teatro. Cuando le pregunta por qué quiere saberlo, Monk le explica lo ocurrido; y reconoce que Natalie podría tener razón acerca de Hannigan. Gilson, sin embargo, no recuerda haber visto nada inusual la noche del asesinato.

Esa misma tarde, Hannigan está arrancando su coche en un aparcamiento cuando Gilson se acerca a él y le entrega un regalo. También le recuerda el favor que le hizo la noche del asesinato, y le pregunta si está involucrado en algún crimen. Hannigan finge no saber de qué le habla. El encargado de los lavabos menciona su encuentro con Monk, y el crítico rápidamente comprende que este anda tras él. Hannigan pide a Gilson que le ayude a descargar unas cajas. Tan pronto como Gilson se inclina hacia el coche, Hannigan le golpea brutalmente con una barra y luego le encierra en el maletero.

Monk y Natalie son llamados al hospital, donde Stottlemeyer les anuncia que Gilson sufre un traumatismo craneal tras haber sido golpeado en la nuca con un objeto contundente. Disher menciona que unos trabajadores de la construcción le han encontrado bajo un desnivel de la autopista. Monk pregunta si puede hablar con Gilson, pero Stottlemeyer le explica que está en coma. Natalie cree que Hannigan es también el responsable del ataque, y el capitán vuelve a exasperarse. Sin embargo, Monk, tras revisar los efectos personales de Gilson, ecuentra un reloj luminiscente y una caja con chicles de nicotina; y resuelve el caso.

Monk recuerda que, justo antes de la balada de Julie, él y Natalie miraron la balconada de Hannigan. El hombre llevaba un reloj de pulsera, y era luminiscente. El detective también recuerda que, estando en la comisaría, Hannigan no llevaba un reloj de pulsera, sino uno de bolsillo. El hombre de la balconada no era Hannigan, sino Gilson, con el que cambió posiciones.

Monk explica lo que cree que ocurrió: Hannigan necesitaba reclutar a alguien que fuera su coartada para el crimen. Cuando fue al baño, convenció a Gilson de que le ayudara. Le dijo que el espectáculo duraba dos horas y no tenía descansos. Le dijo que quería fumarse un cigarrillo, pero que no podían verle saliendo del teatro en mitad de la obra; por eso quería que alguien cambiara posiciones con él. Gilson accedió: cuando las luces se apagaron, Hannigan y Gilson cambiaron de lugar. El encargado de los lavabos se hizo pasar por el crítico durante unos diez minutos: el tiempo suficiente para que este corriera hasta el hotel, matara a Callie y volviera a su butaca en el teatro.

Natalie se muestra contenta, pero Disher le advierte que no tienen suficientes pruebas para demostrar nada (y Hannigan llamará a su abogado y lo negará todo). Monk está de acuerdo; pero entonces sonríe, comprendiendo que hay otro modo de atrapar a Hannigan.

Monk, Natalie y Stottlemeyer visitan a Hannigan en su oficina. El crítico finge estar exasperado; pero el capitán le explica que no están allí para hablar del asesinato de Callie. Disher entra con Julie, cuya camisa está rasgada. La joven explica que, la noche anterior, estando en el Winberrie's esperando a sus amigas, Hannigan le invitó a una copa. Luego le invitó a subirse a su coche, y lo siguiente que recuerda es que intentó violarla. Hannigan afirma que estuvo toda la noche en su casa, escribiendo; pero Disher asegura que la adolescente tiene varios moretones.

Desconcertado, Hannigan jura que nunca ha visto a Julie en toda su vida; y ese es su error fatal. Monk le presenta a Julie y explica que actuó en la obra que el crítico asegura haber visto. Hannigan insiste en que Julie no estuvo en el escenario, pero Natalie le explica que interpretó a una anciana en las escenas finales. Sin embargo, si Hannigan hubiera visto la balada de Julie (en la que ella no aparecía disfrazada) la habría reconocido al verla. El hecho de que no haya sido así sólo puede significar una cosa: se perdió su actuación porque abandonó el teatro para matar a Callie Esterhaus.

Hannigan no puede hallar ninguna explicación, y es arrestado. Natalie le entrega una copia de su crítica, asegurándole que se acordará del nombre de su hija durante el resto de su vida.

Unos días después, Julie recibe una carta de la universidad de Berkeley. Monk se ofrece a abrir y leer la carta, pero se toma su tiempo para no rasgar el sobre. Después, el detective comienza a leer la dirección de correo (encontrando una errata). Finalmente lee que Julie ha sido admitida en la universidad; y ella y Natalie comienzan a gritar de alegría, interrumpiéndole. Monk insiste en volver a empezar la carta desde el principio, pero Natalie y Julie se escabullen para celebrarlo.

Personajes y reparto[]

Enlaces de interés[]

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