| Sra. Monk | |
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| Datos personales | |
| Muerte: | 1994 |
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| Color de pelo: | Negro |
| Sexo: | Femenino |
| Ocupación: | Ama de casa |
| Pareja: | Jack Monk Sr. |
| Hijos: | Adrian Monk Ambrose Monk Jack Monk Jr. (hijastro) |
| Detrás de las escenas | |
| Intérprete: | Rose Abdoo |
| Apariciones: | El sr. Monk y el pequeño Monk |
La señora Monk fue la madre de Adrian y Ambrose Monk, y esposa de Jack Monk Sr., hasta que éste la abandonó en el año 1967.
Historia[]
La señora Monk contrajo matrimonio con Jack Monk Sr., con quien pronto tuvo dos hijos, Ambrose y Adrian, en 1957 y 1959 respectivamente. Fue una esposa y madre muy severa, y crió a sus hijos dándoles una educación muy estricta. Al igual que Adrian, era una maniática de la limpieza y el orden, hasta el punto de que numeraba todas las tazas y vasos para poder devolverlos luego al lugar exacto de cada mueble (Ambrose rompió accidentalmente la taza número 9, y en el año 2004 todavía se sentía culpable por esto).
En la Navidad de 1964, tres años antes de que Jack Sr. los abandonara, la señora Monk cayó enferma. Ambrose, que por aquel entonces aún no hablaba, se encerró en su habitación y se negó a salir hasta que ella mejoró.
Después de que Jack saliera a comprar comida china y nunca volviera, la señora Monk sufrió una depresión aguda y no quiso salir de su dormitorio en dos años. Dada la incipiente agorafobia de Ambrose, Adrian, con sólo diez años de edad, tuvo que encargarse de todas las tareas domésticas.
Para cuando el futuro detective comenzó a ir al instituto, en 1972, la señora Monk ya había vuelto a salir a la calle, e incluso llevaba a su hijo en coche al colegio. No habiendo perdido ni un ápice de su carácter metódico, todos los días le cortaba el almuerzo en diez pedacitos iguales, y se aseguraba de que su hijo siempre llevara encima un botiquín de primeros auxilios y una bolsa de higiene. Del mismo modo, a menudo le recordaba que debía sentarse cerca de las salidas de emergencias.
Cuando Adrian y Ambrose alcanzaron la mayoría de edad, el primero contrajo matrimonio con Trudy Monk, mientras que el segundo siguió viviendo con su madre, y no salió de casa en los siguientes treinta años. En 1984, Adrian acompañó a su madre en un vuelo, pero, dado que él tenía miedo a las alturas, comenzó a llorar y la azafata tuvo que pedirles que se bajaran del avión.
La señora Monk siempre tuvo la esperanza de que Adrian triunfara en el mundo de los deportes, y llegó a despejar una repisa del salón para colocar unos trofeos que nunca llegarían. Incluso cuando su débil salud ya apuntaba a una muerte inminente, ella siguió acudiendo a las competiciones de atletismo en las que participaba su hijo menor. Finalmente, falleció en el año 1994.