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El Sr. Monk pasa la noche en vela
Noche
Información
Número de episodio: 6.09 (86)
Título original: Mr. Monk Is Up All Night
Guionista: David Breckman
Director: Randy Zisk
Duración: 43 min. (aprox.)
Fecha original de emisión: 14/09/2007
Episodio anterior: El Sr. Monk y el hombre equivocado
Episodio siguiente: El Sr. Monk y el hombre que disparó a Papá Noel

El Sr. Monk pasa la noche en vela es el noveno episodio de la sexta temporada de Monk.

Argumento[]

Monk sale de la peluquería después de haberse cortado el pelo, y, con la ayuda de Natalie, comprueba que sus patillas estén igual de largas. En ese momento, ve a una mujer latina caminando por la calle. Ante el asombro de Natalie, el detective la persigue durante dos manzanas antes de perderla de vista. Monk está seguro de que le resulta familiar, pero no sabe con certeza de qué la conoce.

Obsesionado con la misteriosa mujer, Monk se siente incapaz de dormir, y llama a Natalie para pedirle ayuda. Esta no puede ir a verle porque Julie está enferma, pero recomienda a su jefe que salga a dar una vuelta.

Durante su paseo de medianoche, una taxista le pregunta a Monk si necesita que le lleve a algún sitio. Este responde negativamente, y ya es demasiado tarde para cuando se da cuenta de que se trata de la misteriosa mujer. Monk sigue el taxi rápidamente, pero llega a un callejón en el que escucha unas voces.

Mirando por la ventana de la cocina de un restaurante, el detective presencia lo que parece ser una venta de drogas. Un hombre asiático se identifica a sí mismo como un policía; el traficante alcanza la pistola y, durante el forcejeo, el policía cae muerto. El comprador sigue al traficante hacia la salida del restaurante.

Monk corre a un teléfono público y llama al capitán Stottlemeyer, quien está afectado por una alergia. Sin embargo, cuando llegan al lugar, parece como si allí no hubiera ocurrido nada. No hay cadáver, no hay sangre, y la cocina está reluciente. No obstante, Monk consigue encontrar un sujetabilletes con las iniciales "J.P.". La camarera del turno de noche, Zena Davis, les informa de que ella ha estado allí toda la noche: limpiando la cocina en vista de una futura inspección sanitaria.

Stottlemeyer sugiere que la falta de sueño podría estar haciendo que Monk tenga alucinaciones, y le sugiere que vaya a un bar cercano y se tome una copa antes de irse a la cama.

En el bar, Monk charla con un amigable estafador llamado Gully. Durante su conversación, Monk menciona a la mujer misteriosa, y Gully le dice dónde puede encontrar a la gerente local de taxis, Essie. Cuando el detective se marcha, el estafador le roba la cartera sin que este se dé cuenta.

Monk localiza a Essie, quien identifica a la misteriosa mujer como María Cordova y le dice que probablemente esté en la estación de trenes. Mientras espera en la estación, Monk ve al "policía de encubierto" del restaurante, vivo y coleando.

Rápidamente, vuelve a llamar a Stottlemeyer y a Disher. No obstante, el hombre, que se identifica a sí mismo como William Lee, asegura que no ha ocurrido nada de lo que Monk dice. A continuación, Monk examina un cubo de basura para ver qué ha tirado Lee. Allí encuentra unas cajas de monedas, con la etiqueta de "Jacob Posner". Esto coincide con las iniciales "J.P." del sujetabilletes que Monk encontró en el restaurante.

Monk, Stottlemeyer y Disher visitan la tienda de monedas de Jacob Posner, y Monk lo reconoce como el comprador de drogas del restaurante. Pero, nuevamente, no hay nada que apoye su teoría: Posner asegura que ha estado en la cama toda la noche, y nunca ha entrado en ese restaurante. Monk nota que toda una vitrina está vacía, y pregunta a Posner si le han robado. Este responde negativamente, alegando que simplemente ha vendido una gran parte de su inventario. Asegura no estar preocupado por los robos, y les muestra la pistola que guarda en la tienda.

Monk, ansioso por conocer finalmente a la misteriosa mujer, se apresura de nuevo a la estación. Cuando llega allí, encuentra a una multitud de curiosos rodeando el cadáver de William Lee (a quien han disparado hasta la muerte).

Disher y Stottlemeyer visitan el bar en el que Monk ha estado anteriormente. Gully, que todavía sigue allí, les paga las bebidas con el dinero de la cartera del detective. Stottlemeyer, que aún sigue afectado por su alergia, se suena la nariz con una servilleta que Posner le ha entregado en su tienda. De este modo, se da cuenta de que es una servilleta de cóctel del restaurante. Llegando a la misma conclusión, Monk y Stottlemeyer corren (por separado) hacia el restaurante.

Monk se sube al camión de un repartidor de periódicos, y le explica a este lo ocurrido: lo que vio en el restaurante no fue más que un engaño. Tres estafadores (Lee, el "traficante de drogas", y la camarera Zena Davis) estaban timando a Jacob Posner. Posner creyó que estaba comprando cocaína, y entonces le engañaron para que pensara que había presenciado el asesinato de un policía. El traficante sacó a Posner del restaurante, y le pidió dinero a cambio de su silencio. Posner lo pagó con las monedas de su tienda. Mientras tanto, Lee y Davis limpiaron la cocina.

No fue hasta más tarde (cuando Monk mencionó que había visto vivo a Lee) cuando Posner se dio cuenta de que le habían timado. No se lo tomó muy bien: cogió su pistola, encontró a Lee en la estación, y le mató.

Mientras el camión entra en el callejón del restaurante, Posner saca al traficante y a Davis a punta de pistola, preparándose para matarles. Sin embargo, al pasar junto a ellos, Monk lanza un fardo de periódicos contra la cabeza de Posner, dejándole inconsciente. Davis y el traficante intentan huir, pero Stottlemeyer y Disher llegan por ambos lados del callejón, cortándoles el paso.

Justo entonces aparece la taxista de Stottlemeyer, preguntando quién va a pagarle. Monk la reconoce como María Cordova. Acercándose a ella, el detective descubre un tatuaje en su brazo: la misma fecha en que murió Trudy. María explica que el tatuaje conmemora el día en que ella "volvió a nacer": se estaba quedando ciega por culpa de una enfermedad degenerativa, pero se recuperó gracias a un transplante de córneas. Monk comprende que se trata de las córneas de Trudy. María tiene (literalmente) los ojos de Trudy, y un emocionado Monk tiene la oportunidad de volver a mirarlos.

A la mañana siguiente, Natalie llega al apartamento de Monk y le encuentra durmiendo con una fotografía de Trudy en la mano. Ignorando que ha pasado toda la noche en vela, sonríe y le deja descansar.

Personajes y reparto[]

Enlaces de interés[]

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