Wiki MONK
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El Sr. Monk va a México
México
Información
Número de episodio: 2.02 (15)
Título original: Mr. Monk Goes to Mexico
Guionista: Lee Goldberg
William Rabkin
Director: Ron Underwood
Duración: 43 min. (aprox.)
Fecha original de emisión: 27/06/2003
Episodio anterior: El Sr. Monk vuelve al colegio
Episodio siguiente: El Sr. Monk va al béisbol

El Sr. Monk va a México es el segundo episodio de la segunda temporada de Monk.

Argumento[]

Durante sus vacaciones en México, Chip Rosatti, el hijo de un empresario de San Francisco, gana un billete gratis para saltar en paracaídas. Desde el suelo, dos de sus amigos ven saltar a Chip de la avioneta, pero se horrorizan al darse cuenta de que el paracaídas no se abre. Rosatti se precipita hacia su muerte.

En la morgue, el doctor local Madero examina el cadáver del joven y anuncia algo sorprendente: Chip Rosatti no ha muerto debido al impacto, sino que se ha ahogado durante la caída.

A petición del alcalde de San Francisco, Monk viaja a México en compañía de Sharona, para intentar averiguar qué le ocurrió realmente a Chip durante la caída.

Llevando dieciocho maletas llenas de comida y agua, el detective llega a San Marcos, donde es recibido por el capitán Alameda y el teniente Plato. Los policías insisten en que la muerte de Rosatti está relacionada con las drogas, pero Monk no está convencido de ello. Cuando pregunta si ha ocurrido últimamente alguna otra muerte extraña, ellos le informan de que el año anterior un joven fue devorado por un león (a pesar de que no hay leones en México).

Después de visitar el laboratorio del forense, Monk se entrevista con Scott y Michelle, los dos amigos que presenciaron la caída de Chip. Ambos juran que estaba vivo cuando saltó de la avioneta. Monk escucha su historia, pero tiene serios problemas para concentrarse en su testimonio: poco después de su llegada, todas sus maletas han sido robadas de su hotel. Sin ellas, Monk no tiene qué comer ni beber. Siendo un animal de costumbres, no puede beber ninguna otra marca de agua que no sea su favorita. Como resultado de ello, comienza a sufrir una deshidratación. Y, por si esto fuera poco, está a punto de ser atropellado por una ranchera en un callejón.

Monk y Sharona van a hablar con el piloto de la avioneta de Chip. Él también asegura que el joven estaba vivo cuando saltó, pero confiesa que el billete gratis que este ganó era en realidad una falsificación. Además, explica que alguien manipuló el paracaídas de Chip para que fallara (lo que sería sencillo, ya que nadie los comprueba antes de usarlos).

Ahondando en la investigación, Monk encuentra una llave en una consigna de la estación de autobuses (consigna que Chip Rosatti tenía alquilada).

A la mañana siguiente, Sharona se despierta tras una noche de juerga, y los inspectores mexicanos le informan, apenados, de que Monk ha sido atropellado y ha muerto. Rápidamente, contactan con San Francisco, con el capitán Stottlemeyer, a quien la noticia afecta sobremanera.

Los policías mexicanos intentan dar ánimos a Sharona, diciéndole que su jefe fue muy valiente: después de ser atropellado, se arrastró centímetro a centímetro por el barro y la suciedad. Al oír esto, la enfermera se da cuenta de que el hombre atropellado no es Adrian Monk (ella sabe que el detective moriría antes de arrastrarse por el barro). Justo en ese momento, Monk regresa al hotel, más deshidratado que nunca... pero vivo. El hombre que fue atropellado era en realidad el ladrón de las maletas (que llevaba puesto el traje de Adrian).

Mientras tanto, Stottlemeyer está organizando el funeral de Monk, decidido a enterrarle con todos los honores (a pesar de que no estaba en el cuerpo). Justo cuando el capitán confiesa a Disher que quería a Monk, recibe la noticia de que en realidad sigue vivo.

Alameda sospecha que el dueño del hotel de Rosatti manipuló el accidente de paracaídas para encubrir un ahogamiento accidental en la piscina del resort. Monk no piensa lo mismo: Chip era alérgico al cloro, así que jamás se metería en una piscina.

Esa noche, alguien coloca una bomba detrás de un cuadro, en la habitación de Monk y Sharona. Al llegar, el detective se da cuenta de que las doncellas no han pasado por ahí, y encuentra la bomba. Los policías mexicanos están convencidos de que alguien está tratando de matar a Monk. Cuando Alameda menciona que el otro chico, el que devoró un león, también era de San Francisco, Adrian resuelve el caso.

Monk olfatea las cortinas de su habitación y descubre que huelen a crema de mentol (la misma crema que el doctor Madero usa para cubrir el hedor en su morgue). Tiene tantas ganas de volver a casa que ordena a Sharona que haga las maletas inmediatamente. Mientras bajan a recepción, Monk resume los hechos: lo que las dos muertes (la del paracaídas y la del león) tienen en común, es que ambas son imposibles. Madero es en realidad un doctor fugitivo llamado Luis Nivara: perdió su trabajo y a su mujer después de que Monk testificara contra él por estafar a una compañía de seguros. No pudiendo vivir en Estados Unidos, Madero viajó a México y planeó atraer a Monk hasta allí, para poder asesinarlo como venganza. Cometió dos asesinatos "imposibles": dos asesinatos de personas ricas y con contactos (porque sabía que así el alcalde de San Francisco pediría ayuda a Monk). No funcionó con lo del león, y volvió a intentarlo al año siguiente: cortó el cordón del paracaídas de Chip Rosatti. Cuando se trasladó el cadáver a la morgue, Madero llenó de agua los pulmones del chico y declaró que había muerto ahogado.

Madero llega al hotel y se enfrenta a Monk. Le dice que no tiene ninguna prueba, pero Alameda le informa de que han encontrado huellas dactilares en el paracaídas, huellas que podrán comparar con las suyas. Furioso, Madero intenta agredir a Monk, pero le detienen.

Alameda está maravillado porque Adrian haya descubierto todo eso solamente por el olor a mentol de sus cortinas. El detective confiesa que, en realidad, esa no fue la única pista: cuando visitaron el laboratorio de Madero, este dijo que había una pinta de agua en los pulmones del chico. Sin embargo, en México se mide por litros. Esto significaba que Madero había pasado mucho tiempo ejerciendo en Estados Unidos.

Monk y Sharona regresan a San Francisco. El detective, queriéndose asegurar de que no volverá a pasar sed nunca más, compra 5.040 botellas de agua. Pero cuando Sharona va a coger una porque tiene sed, Monk prefiere servirle un vaso de agua del grifo (alegando que está "más fresquita").

Personajes y reparto[]

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